Este lunes comenzó la celebración de Rosh Hashaná, el año nuevo judío, que marcó el inicio del año 5786 en el calendario hebreo. Desde Tucumán, el rabino Salomón Nussbaum dialogó con Aire FM y compartió los principales aspectos de esta festividad.

“Rosh Hashaná es un tiempo de reflexión y meditación. No celebramos el comienzo del mundo en sí, sino la creación del ser humano, coprotagonista con Dios en la responsabilidad de continuar con el proyecto de la creación”, explicó Nussbaum.

El rabino destacó que la festividad invita a equilibrar los instintos con la espiritualidad, recordando que “la cabeza debe guiar al corazón y a las emociones para vivir con más humildad y agradecimiento”.

Las ceremonias comienzan al anochecer con oraciones especiales y continúan en la mañana de los dos días de celebración. Un momento central es el sonido del shofar, el cuerno de carnero que simboliza una voz única que reúne las plegarias de toda la comunidad.

En cuanto a las costumbres gastronómicas, Nussbaum señaló que se acostumbra a comer alimentos dulces, como la manzana con miel, “para desearnos que el año que se inicia sea tan dulce como lo que probamos en ese momento”. También se incorporan frutos novedosos como símbolo de renovación y concreción de promesas.

La festividad es una ocasión para reunirse en familia y compartir mensajes de buenos deseos. “En este periodo todos somos inscriptos para el nuevo año, y nuestras acciones pueden revertir los errores pasados. Es un tiempo para valorar la vida, la familia y los vínculos”, subrayó el rabino.

En Tucumán, las celebraciones se realizan con oraciones en hebreo y español, y materiales con fonética para quienes no dominan la lengua, lo que permite una amplia participación comunitaria.

Nussbaum concluyó con un mensaje esperanzador: “Deseamos a todos un ciclo grato, provechoso y bendecido con paz y salud en todos los lugares del mundo”.