General

Edesur: la empresa italiana Enel comienza el proceso para vender su activo más cuestionado

En sus 30 años de historia, Edesur cambió de administradores tres veces, pero nunca estuvo bajo el control de capitales nacionales; sus dueños fueron chilenos, españoles y, desde 2009, italiano...

En sus 30 años de historia, Edesur cambió de administradores tres veces, pero nunca estuvo bajo el control de capitales nacionales; sus dueños fueron chilenos, españoles y, desde 2009, italianos. Este año, sin embargo, la situación podría modificarse, cuando finalice la venta de sus activos la empresa multinacional Enel, que anunció el año pasado su retirada del país.

El próximo mes, la energética italiana comenzará el proceso para desprenderse de su activo más cuestionado. La operación se llevará a cabo a través del banco Santander. Edesur tiene 2,6 millones de clientes y abastece de electricidad a siete millones de personas en el sur del área metropolitana de Buenos Aires (12 comunas de la Ciudad y 12 partidos de la provincia).

Si bien no hay estimaciones del valor de la distribuidora, cuando Edenor cambió de dueños, en diciembre de 2020, la operación se llevó adelante por US$100 millones. En ese entonces, los empresarios Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti le compraron la empresa a Pampa Energía, la compañía fundada por Marcelo Mindlin.

El activo de Enel que mayor interés genera al Estado, sin embargo, no es Edesur, sino las centrales hidroeléctricas El Chocón y Arroyito, cuya concesión vence el próximo 11 de agosto, después de 30 años. Enel buscará retener esa concesión, para que la venta del activo no pierda valor, pero en el Gobierno ya se inició una disputa interna por la estatización del control de la hidroeléctrica.

En el oficialismo cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner hay interés para que las centrales pasen a ser operadas por Energía Argentina (Enarsa), aunque en el sector dudan de la capacidad de la empresa estatal para dicha tarea. Por otro lado, las provincias también presionan para ser parte de las negociaciones y hasta piden cobrar regalías por el uso de sus recursos, una demanda que en el Gobierno rechazan.

El complejo hidroeléctrico El Chocón, junto con el Embalse de Arroyito, está ubicado sobre el río Limay, en el límite entre Río Negro y Neuquén. Las represas tienen una capacidad instalada total de 1328MW y generan el 3,2% del total de la oferta eléctrica del país.

Enel ya cerró la venta la semana pasada de sus dos centrales térmicas, Costanera y Dock Sud, a Central Puerto por un total de US$102 millones. A raíz de esta operación, también se desprendió de sus acciones en las centrales de generación térmica Vuelta de Obligado, Belgrano y San Martín, donde Costanera y Dock Sud tiene participación accionaria.

De esta manera, Central Puerto, la empresa cuyos principales accionistas son los empresarios Guillermo Reca, la familia Miguens-Bemberg y Eduardo Escassany, se convirtió en la principal empresa privada de generación eléctrica.

Central Puerto, además, posee alrededor del 30% de participación en Distrilec, la compañía que tiene el control del 56% de las acciones de la distribuidora eléctrica Edesur (la mayoría accionaria de Distrilec la tiene Enel). La empresa italiana, a su vez, tiene el otro 43,1% de las acciones directas de Edesur.

El nacimiento de Edesur

Edesur nació como tal el 1° de septiembre de 1992, cuando, en plena época de privatizaciones, el entonces gobierno de Carlos Menem decidió vender en siete unidades de negocios la estatal Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires (Segba): cuatro generadoras y tres distribuidoras (Edesur, Edenor y Edelap).

Por ese entonces, se quedaron con el servicio de Edesur el grupo chileno Chilectra y, en participación minoritaria, la empresa Perez Companc. “Los chilenos llegaron con la idea de hacer rentable a la compañía en cuatro o cinco años, que se había heredado con una caja en rojo, pero lo lograron a los dos años y medio”, recuerda un exejecutivo.

La empresa tenía dos grandes problemas de ineficiencia, según cuenta: una plantilla de empleados sobrepoblada y el robo de energía (personas que se colgaban a la red), que alcanzaba el 26% de la generación eléctrica. La inversión inicial de Chilectra fue para reemplazar las redes convencionales por otras anti hurto y se abrió un programa de retiros voluntarios. Pero una vez ajustadas las cuentas, los accionistas comenzaron a retrasar inversiones y se fue ocupando la capacidad de reserva que tenían las redes, que era el gran capital con el que contaba el servicio.

La salida del grupo chileno de Edesur se dio tras el incidente en la subestación eléctrica Azopardo, que se prendió fuego el 14 de febrero de 1999, en un día de máximo calor. Esto provocó que hubiera usuarios sin suministro durante casi 11 días en pleno verano.

A los pocos meses, las acciones de Chilectra fueron absorbidas por la española Endesa, y el control de la empresa cambió de manos. Por su parte, Perez Companc le vendió su parte a Petrobras, que siguió como accionista.

Años después, en 2009, el Grupo Enel adquirió en una transacción internacional la mayoría accionaria de Endesa y a nivel local heredó Edesur, así como los otros activos de generación eléctrica. En 2013, Petrobras cedió la totalidad de sus acciones al grupo Sociedad Argentina de Energía SA (Sadesa), dueños de Central Puerto, entre otros activos energéticos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/edesur-la-empresa-italiana-enel-comienza-el-proceso-para-vender-su-activo-mas-cuestionado-nid21022023/

Comentarios
Volver arriba